La política: preparando la Revolución de 1868

En 1864, Narcís Monturiol inventó el submarino Ictíneo, que hizo sus pruebas en el puerto de Barcelona. Monturiol había traducido en 1848 el libro Viaje a Icària del socialista utópico Étienne Cabet, que tuvo muy poca difusión y mucha menos influencia de la que tendría Das Kapital, publicado por Marx en 1865, el mismo año que acabó la guerra civil de Secesión en Estados Unidos (1861-1865). En cuanto a la política española, el gobierno de la “Unión Liberal”, formada por los moderados y los progresistas, fue sustituido por los gobiernos moderados del general Narváez, que enviaron a la oposición o al exilio a los progresistas. Éstos se concertaron con los republicanos para derrocar a Isabel II. Tres factores confluyeron en hacer de Reus la ciudad más republicana de Catalunya: ser la patria del general Prim —junto a Balmes y al padre Claret, los tres catalanes que llenan el siglo XIX—; las ideas republicanas y anticlericales de los maestros y profesores de la instrucción pública; y los 8.000 obreros de la ciudad que, sin instrucción ni religión, eran manipulados como fuerza de choque por los políticos republicanos. La efervescencia republicana se expresaba en grandes mítines y en las polémicas periodísticas. En 1865 —Gaudí tenía ya trece años— se fundaron la Tertúlia Progresista y el Comité Democrático, mientras se multiplicaban las reuniones clandestinas de los que conspiraban para hacer caer a Isabel II. El 2 de enero de 1866 hubo un pronunciamiento fallido, que provocó la clausura del Centre de Lectura y de la Tertúlia Progresista. El 15 de agosto de 1867 hubo una nueva intentona insurreccional. A la crisis política se añadía una crisis económica, presagiando la inminencia de la Revolución de Septiembre de 1868.

Josep Maria Tarragona, 11-XI-2006
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Última actualización: 06/05/2016