Diciembre de 2012: la megafonía

Las obras de la basílica de la Sagrada Familia -ahora bajo la dirección de Jordi Faulí, aunque Jordi Bonet no se ha desvinculado- continúan en tres frentes: el exterior, con las torres centrales y la sacristía; los elementos decorativos del interior, como las vidrieras; y las mejoras de las instalaciones técnicas. En este último capítulo, las carencias más evidentes de la basílica eran la megafonía y el nivel térmico. Durante las celebraciones, el sonido era inaudible en algunas zonas y reverberante en otras. Por otro lado, si es verano, no hace excesivo calor, ya que el aire se renueva por el propio tiro del edificio, como en una gran mezquita, tal como había previsto Gaudí. Si es invierno, sin embargo, las mismas corrientes de aire frío pueden hacer muy incómoda la asistencia a la celebración. El primer tema ha sido solucionado con profesionalidad durante los últimos meses. En cuanto al segundo, ha habido una mejora, a base de tapar agujeros, hacer más estancas las ventanas, etc., pero aún está pendiente la gran operación de poner calefacción y aire acondicionado. Todo esto se ha podido comprobar el domingo 16 de diciembre en la celebración de la eucaristía de las familias, presidida por el cardenal Sistach. En la homilía, defendió la festividad del domingo, que permite a todos los miembros de cada familia convivir un día a la semana y además es parte de la identidad cristiana de nuestra sociedad; la fidelidad conyugal, manifestada por los matrimonios que celebraron las bodas de plata y de oro; y el derecho a la vida de los no nacidos.

Josep Maria Tarragona, 17-XII-2012
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Última actualización: 06/05/2016