La casa Calvet (1898-1899)

La casa Calvet está situada en la calle de Casp, n.º 48 (entre Roger de Llúria y Bruc). Fue encargada a Gaudí por Juliana Pintó, viuda de Pere Màrtir Calvet, y sus hijos Eduard y Pere. Eduard Calvet i Pintó (1875-1917) fue un fabricante algodonero importante, presidió la patronal —Fomento del Trabajo Nacional— (1913) y fue diputado por Solidaritat Catalana (1907) y senador por un partido que defendía la nación catalana y propugnaba la república (1914), ideales políticos gratos a Gaudí. Gaudí diseñó la casa en estilo barroco catalán, propio del siglo XVIII, que el arquitecto admiraba y que influyó mucho en su obra. Y demostraba que su genio podía expresarse a través de cualquier lenguaje arquitectónico: gótico, mudéjar, barroco, modernista, etc. Gaudí tenía 45 años cuando firmó el proyecto (29 de marzo de 1898), que fue delineado en los talleres de la Sagrada Familia por Berenguer, ayudado de Joan Rubió y de Juli Batllevel. El modelista Joan Bertrán hizo la maqueta de yeso, mucho más precisa que los planos. El arquitecto adoptó la distribución clásica de estas casas entre medianas del “barrio de los fabricantes”: sótano para almacén de tejidos; planta comercial; piso principal, con terraza en la fachada posterior, para vivienda de los propietarios; tres pisos más partidos en dos o cuatro viviendas para alquiler; y azotea a la catalana. Sin que Gaudí lo pidiera, el Ayuntamiento concedió el premio al mejor edificio construido en Barcelona en 1899 a la casa Calvet, «cuyas líneas generales, así externas como interiores, y cuyos detalles, acusan una personalidad artística bien definida y un buen gusto y una originalidad que resplandecen en los alzados al par que en la disposición útil de la referida casa.» El jurado consideraba excelente el uso de la piedra, la madera labrada, el hierro forjado y fundido, la cerámica vidriada, el estuco y el bronce. Encontró muy ingeniosas la escalera, que agranda las proporciones reales con el patio de luces; y las inmejorables condiciones higiénicas del edificio, en cuanto a ventilación e instalación de letrinas y salidas de aguas residuales por medio de sifones. La mítica revista del Modernismo catalán “Pèl & Ploma” se ocupó por primera vez de Gaudí: «Violentando su sistemática modestia, le felicitamos». “Arquitectura y Construcción” definió la casa Calvet como «una casa cómoda, a propósito para la clase media». “La Ilustració Llevantina” la calificó de: «Obra meritíssima debida al arquitecto barcelonés don Antoni Gaudí, autor y director del monumental templo de la Sagrada Família, verdadero poema de piedra que admirará a las futuras generaciones». “Hispania” comentó: «Como todos los hombres verdaderamente creadores, Gaudí es variadísimo en su obra. (...) “Hispania” no podía dejar transcurrir esta ocasión sin unir su tributo de entusiasta admiración a los que han sido ya rendidos al genial artista Gaudí.» Francisco Rogent, en “Arquitectura Moderna de Barcelona”, decía: «Todos los detalles han sido escogidos y regulados con exquisito criterio, obteniéndose insuperables y armónicas entonaciones». Y Buenaventura Bassegoda, en el “Diario de Barcelona”, consideró que «es el prototipo de la distinción y la elegancia (...) ya que según Brumel el supremo buen tono consiste en no hacerse notar.» La casa Calvet (1899) es la primera casa de Gaudí en el Eixample. De ella saldrían la casa Batlló (1905) y la Pedrera (1912). Recomiendo visitarlas en este orden. Los elementos exteriores más destacables son la fachada, la tribuna, el remate de la fachada, y el picaporte. Gaudí diseñó también el vestíbulo, la escalera y todo el interior, incluyendo los muebles. El 12 de junio de 1926, el coche mortuorio de Gaudí se detuvo brevemente aquí delante, en su camino hacia la Sagrada Familia. La casa lucía un gran crespón negro en señal de duelo.

Josep Maria Tarragona, 27-I-2006
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Última actualización: 06/05/2016