El pórtico de entrada de El Capricho

Gaudí puso en El Capricho tres puertas: la principal, orientada al Noroeste; la de servicio, al Sur; y la de coches, en el muro Norte. La entrada principal es un pórtico de cuatro columnas de piedra labrada. Sonde fuste troncocónico y están ligeramente inclinadas. En los capiteles, una guirnalda de flores forma el collarín; y el equino, un ramo de hojas de palmito (Chamaerops humilis), como los de la casa Vicens, con las puntas dobladas, entre las que se alojan cuatro figuras de pájaros, que pueden ser palomas. Las maquetas de yeso de estos capiteles los hizo Llorenç Matamala en Barcelona. Estos capiteles carecen de ábaco, y los arcos se apoyan directamente sobre el equino. Los arcos son muy rebajados y las claves sobresalen de la superficie. Cuando se construía, Cristòfor Cascante no conseguía aguantar los cuatro arcos, y puso unos tirantes de hierro bajo la bóveda de ladrillo, una solución idéntica a la aplicada por Anton Gaudí en la cascada de la casa Vicens. Cascante escribió a Gaudí, quien le contestó que hiciese lo que creyera conveniente (Lluís Maria Cascante, “Mi abuelo Cristóbal Cascante Colom, edición privada, 1999). Sobre el pórtico hay una terraza y la torre.

Josep Maria Tarragona, 22-VI-2006
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Última actualización: 06/05/2016