Jaume Català i Albosa (Arenys de Mar 1835 - Barcelona 1899)

Fue ordenado sacerdote a los veintiún años y fue nombrado Obispo de Barcelona en 1883 y lo fue hasta su deceso en 1899. Durante su pontificado se acabó la fachada de la catedral, gracias al mecenazgo del banquero Manuel Girona -proyecto al que se opuso Gaudí- y serían construidas muchas nuevas parroquias, como la de Sant Martí de Provençals, Sant Joan de Gràcia, Sant Vicens de Sarrià o Sant Andreu de Palomar. Durante la epidemia de cólera de 1885, que Gaudí pasó refugiado en Sant Feliu de Codines, el Dr. Català, junto con otros sacerdotes, religiosos y religiosas, permaneció en Barcelona y ayudó heroicamente a los enfermos de la ciudad. Así, él mismo fue afectado por el cólera en septiembre de 1885, pero sobrevivió. Pocos meses después, en marzo de 1886, autorizó la construcción de la Capilla del Santísimo Sacramento de la parroquia de Sant Feliu d'Alella, según proyecto de Antoni Gaudí. El Dr. Català i Albosa presidió la coronación de la Virgen de la Merced, con motivo de la Exposición Universal de 1888; y protegió a mosén Jacint Verdaguer. Gozó de una verdadera popularidad, por su comportamiento durante el cólera y como defensor de los derechos del obreros y contrario a la pena de muerte. Pronto mostró su interés por las obras de la Sagrada Família, y el 30 de junio de 1890 firmó una conciliación con sus fundadores, Josep Maria Bocabella y su yerno Manuel de Dalmases, sobre las obras del Templo y las limosnas con que se construía. A la muerte de la hija de Bocabella, en 1893, el Dr. Català quiso que el Obispado de Barcelona se hiciese cargo del Templo, en el cual parecía interesado alguna congregación religiosa. Negoció con los tutores de los huérfanos Dalmases su status, según el derecho civil catalán, y en 1895 llegó a un pacto con ellos sobre "El Propagador", la Asociación de Devotos de San José y el Templo. La revista quedó en manos de la editorial "Herederos de la Vda. Pla", propiedad de la familia; y la Asociación y el Templo pasaron definitivamente al Obispado de Barcelona. El Dr. Català emitió entonces un decreto reorganizando la obra "de esta suntuosa y artística fábrica, joya de la arquitectura moderna y admiración de propios y foráneos", pasándola de fundación particular a obra diocesana. Creó, pues, la Junta de Obras, de la cual asumía la presidencia, y nombró como vocales personas favorables a Gaudí, entre ellos su maestro Joan Martorell i Monteys. Con su acuerdo, Tomàs de Boada propuso a León XIII en 1899 su traslado y el de la corte pontificia en Barcelona. Barcelona y Arenys de Mar han dedicado sendas calles al Obispo Català.

Josep Maria Tarragona, 27-XI-2008
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Última actualización: 06/05/2016