Interrupción de las obras (1893)

El 18 de septiembre de 1893 falleció el Dr. Grau, cuando no hacía tres años que era obispo de Astorga. Una vez enterrado el Dr. Grau, Gaudí y su equipo no tuvieron más remedio que regresar a Catalunya, con gran contentamiento de casi todos en Astorga, que les negaron cualquier ayuda espiritual y económica. Gaudí intentó incluso visitar al Arzobispo de la provincia eclesiástica correspondiente, quien se negó a recibirle. Dimitió el 4 de noviembre de 1893 y, al marcharse expulsado por el Cabildo y por la opinión pública, el arquitecto catalán dijo la siguiente frase profética, con la que dio por liquidado el asunto: «Serán incapaces de acabarlo y capaces de dejarlo interrumpido». En efecto, el Cabildo buscó nuevos profesionales, que no pudieron vencer la dificultad enorme de dar a los elementos arquitectónicos semi construidos el aliento genial con que salían de las manos de Gaudí; y además no lograron entender qué había hecho técnicamente y se equivocaron de lleno al continuar. Así, al retirar una pared se derrumbaron las bóvedas, circunstancia que se aprovechó para divulgar a los cuatro vientos que Gaudí era un incompetente. Las obras quedaron interrumpidas indefinidamente.

Josep Maria Tarragona, 15-XII-2008
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Última actualización: 06/05/2016